Razas humanas


Quizás en la antigüedad pudieron existir más de una raza de humanos, pero hoy en día solo existe una. Lo que llamamos “razas” son categorías que tienen más que ver con la cultura y la distribución geográfica que con una verdadera diferencia genética.

Todos los humanos actuales venimos de una pequeña población del este de África que nació hace sólo 100.000 años, un tiempo insuficiente para que se hayan podido formar grandes diferencias genéticas entre los grupos. De hecho hay más diferencia genética entre dos grupos de gorilas que se encuentren a unos pocos kilómetros de separación o en un grupo social de 50 chimpancés que en toda la población humana. Por lo tanto desde el punto de vista de un chimpancé todo humano pertenece a la misma familia, ya que entre este chimpancé y sus hermanos hay más diferencias genéticas.

Somos capaces de diferenciar de un vistazo a un africano, a un europeo y a un oriental. Pero si nos fijamos bien nos daremos cuenta que esas diferencias superficiales como el color del pelo, de la piel, la forma de los ojos y la altura, tienen que ver con la adaptación al medio que nuestros antepasados sufrieron al poblar zonas extremas de nuestro planeta. Si nos fijamos bien, la gente que vive en climas parecidos tiene rasgos físicos similares independientemente del país o región. Por ejemplo los grupos humanos africanos se parecen más a los indígenas australianos que a otros habitantes de África septentrional, del norte, donde el sol no es tan abrasador, y sin embargo están menos emparentados los primeros con los segundos que con los terceros.

Una pareja de color de piel intermedio entre blanco y negro, según su dotación genética, puede tener un hijo con una pigmentación en la piel blanca casi albina y otro con la pigmentación negra como el carbón, de modo que tendríamos entonces que clasificar a los dos hermanos en razas distintas, cosa que tiene tanto sentido como considerar de dos razas distintas a un rubio y a un moreno.

En las guerras territoriales de toda nuestra historia fue útil inventar el concepto de raza ya que podíamos diferenciar entre los conquistadores y los conquistados por caracteres físicos visibles. Aunque estos caracteres sean genéticamente tan válidos para diferenciar y clasificar individuos como los grupos sanguíneos, la posesión o no de vello en los nudillos, el tamaño del hígado, etc. Sin embargo, se seleccionaron para inventar razas los caracteres que eran más fácilmente de ver incluso de lejos.

Muchas corrientes ideológicas como el nazismo han hecho uso del concepto de raza para justificar su política. Incluso durante la guerra Franco-prusiana se decía que los franceses perdieron porque pertenecían a una raza inferior a la de los prusianos (hoy alemanes). Volviendo al nacismo, estos buscaban la pureza de la raza para mejorar la especie. Todos sabemos que la descendencia entre individuos que estén genéticamente muy cercanos es negativo como cuando se casan entre primos (de ahí que existan tabúes contra el incesto y la endogamia). La raza humana (la única que hay) mejora con el mestizaje, puesto que se diluyen los genes que causan enfermedades genéticas.