Aditivos alimentarios


La costumbre de incorporar sustancias aditivas a los alimentos viene de la prehistoria. En el Paleolítico ya se ahumaban los alimentos y en el neolítico ya se les añadían colorantes como el azafrán (E-102) y la cochinilla (E-120), y conservantes como la sal (E-215) y el vinagre (E-260). La diferencia con respecto a los aditivos actuales es que los actuales son sustancias más puras, se añaden en concentraciones más controladas y se ha ampliado mucho el número de sustancias aditivas. Por todos estos motivo los aditivos alimenticios no son malos a priori, pero es bueno conocer que sustancias aditivas son más beneficiosas, cuales son neutras y cuales no son tan recomendables (que no perjudiciales, puesto que estos están prohibidos) para la salud y nuestra nutrición.

Para ello hay que conocer el código numérico E que se usa actualmente en la Unión Europea para simplificar la escritura de sustancias aditivas en las etiquetas ya que en muchos casos no cabría el nombre completo en dichas etiquetas.

Los tipos de aditivos, su uso y código son los siguientes. Los colorantes dan color a los alimentos y corresponden a los códigos que van desde el E-100 al E-199. Los conservantes evitan que los alimentos se infecten de microbios que los pudrirían, corresponden a los códigos que van desde el E-200 al E-299. Los antioxidantes evitan que se oxiden los alimentos con el aire y que por tanto cambien su sabor, color, nutrientes, etc. y los reguladores del pH son los que le dan un sabor más o menos ácido a los alimentos, los códigos de ambos corresponden a los que van desde el E-300 al E-399. Los estabilizantes, espesantes, gelificantes y emulsionantes son aditivos que mantienen la estructura y textura de los alimentos como salsas (que se pueden cortar) y pures, los códigos de estos corresponden a los que van desde el E-400 al E-499. Los correctores de la acidez evitan que cambie el grado de acidez de los alimentos, el cual podría cambiar con el tiempo y la temperatura, y que puede variar su sabor entre otras características; los minerales junto con los anteriores están incluidos en los códigos que van desde E-500 al E-599. Los potenciadores del sabor actúan haciendo que los alimentos sean más sabrosos y su código va desde el E-600 al E-699. Otros aditivos como gases de envasado (muchos alimentos se envasan en recipientes cuyo aire se le ha eliminado el oxígeno o se ha sustituido dicho aire por un gas inerte como el nitrógeno que al fin y al cabo compone el 75% del aire común, y todo esto para que estos alimentos no se oxiden o no les crezcan microbios ya que no tendrían oxígeno para respirar), edulcorantes que dan sabor dulce como la sacarina, etc.; para todos ellos su código va desde el E-900 al E-999. También se pueden añadir a los alimentos enzimas que son proteínas que pueden realizar reacciones químicas, estas se añaden por ejemplo para eliminar sustancias que contienen los alimentos de forma natural como por ejemplo la lactosa que es perjudicial para las personas que son intolerantes a esta, y su codificación va desde el E-1100 al E-1199. Los almidones modificados son modificaciones químicas de los almidones vegetal para conseguir texturas distintas u otras características en los alimentos; su código va desde el E-1400 al e-1499.

Muchos aditivos están clasificados en una sola categoría pero en realidad tienen efectos en más de una, pueden ser por ejemplo potenciadores del sabor y conservantes a la vez. Otros pueden causar alergias o efectos secundarios a algunas personas, pero como lo hacen solo a 1 de cada millón de personas y los efectos secundarios no son graves, estos aditivos son legales.

En el anexo de este número se muestra una tabla con todos los aditivos usados en la Unión europea.