En la primera
ilusión los círculos parecen girar cuando miras fijamente el punto central
y te balanceas hacia delante y detrás.
En la segunda
ilusión los puntos blancos se vuelven grises cuando no los miras
directamente y vuelven a ser blancos cuando sí lo haces.
En la tercera
ilusión el cerebro cree que el círculo central no es así sino que está
desenfocado respecto al resto de la imagen, así que el cerebro al intentar
ajustar la imagen nos parece que está en movimiento.
En la cuarta
ilusión los círculos parecen girar sobretodo al mover la mirada por la
imagen.
La quinta ilusión
es una de mis favoritas. Los cuadrados A y B son del mismo color, pero nosotros
reconocemos el tono de los colores según el de su alrededor.