Los
antiguos griegos, amantes de la belleza, crearon una lista de
construcciones creadas por el hombre que representaban la grandeza y
poderío de la humanidad. Esta lista fue variando ligeramente con el
tiempo hasta que se estabilizó en las actuales 7 maravillas del
mundo antiguo.
Una
de las primeras listas está basada en el poema de Antípatro de
Sidón: “He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce
Babilonia, que es una calzada para carruajes, y la estatua de Zeus de
los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del Sol, y la enome
obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausolo; pero
cuando vi la casa de Artemisa, allí encaramada en las nubes, esos
otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte de desde el
Olimpo, el Sol nunca pareció jamás tan grande”. La lista
actual se parece mucho a la de Antípatro salvo que no está la
muralla de Babilonia y sí el faro de Alejandría.
La
Gran Pirámide construida para el faraón Jufu (Keops para los )
data de alrededor del año 2570 a. C. y está ubicada en Guiza,
Egipto. Es la única de las siete maravillas del mundo antiguo que
aún está en pie, aunque no se conserva en su estado original
alicatada de losas azules. Esta pirámide está rodeada de un gran
misterio ya que antes de que se inventara la brújula sus
constructores orientaron sus cuatro paredes a los cuatro puntos
cardinales con gran precisión; sin hierro practicaron agujeros que
parecen hechos con un taladro en los que al examinar las muescas se
ve que cada vuelta de torno profundizaban en el granito hasta
doscientas veces más que lo que lograríamos nosotros hoy en día
con un taladro de punta de diamante; y sin instrumentos ópticos
orientaron algunos canales internos hacia la posición que ocupaban
estrellas como Sirio, Zeta Orión o Alfa del Dragón, muy importantes
dentro del contexto religioso egipcio. Estos misterios nos indican
que quizás los egipcios tuvieron una tecnología muy avanzada que se
perdió tras el declive de esta nación en la edad antigua y que los
arqueólogos aún no han conseguido hallar.
Los
Jardines Colgantes de Babilonia (ciudad llamada Babel en la
biblia y situada en el actual Iraq) fueron construidos entre el 605
a. C. y el 562 a. C. por el rey Nabucodonosor II y destruidos en la
invasión de los partos sobre el 126 a. C. Esta ciudad era llana, lo
que entristecía a su esposa Amytis, al provenir de las montañas,
por lo que el rey ordenó la construcción de unos jardines en
forma de colina, con terrazas escalonadas donde crecían exuberantes
árboles, flores y arbustos gracias a un sistema de irrigación.
El
Templo de Artemisa (o Diana para los Romanos) en Éfeso (ciudad
en la actual Turquía) fue construido hacia 550 a. C. por orden de
Creso (rey de Lidia e inventor del dinero) y destruido por un
incendio intencionado en 356 a. C. más tarde Alejandro Magno ordenó
su reconstrucción, culminada tras su muerte en el año 323 a. C.
Este nuevo templo contaba de 127 columnas de 20 metros de altura,
algo descomunal para su época y contaba en su interior con
incalculables riquezas, como esculturas de mármol de Escopas,
escultor griego. El templo fue destruido por los godos durante un
saqueo en el año 262 d. C.
La
Estatua de Zeus del templo de Olimpia (de donde se originaron los
juegos olímpicos) fue esculpida hacia 430 a. C. por Fidias que usó
la técnica crisoelefantina (cincelar sobre marfil y añadir por
encima oro) y medía unos doce metros de alto. Zeus fue sentado sobre
un trono hecho de madera de cedro embutida con marfil, oro, ébano y
piedras preciosas. Sobre la mano derecha de Zeus se encontraba una
pequeña estatua de Niké, la diosa griega de la victoria, y sobre su
mano izquierda se encontraba un cetro brillante con un águila en la
punta. La estatua desapareció entre el año 393 (en que el emperador
Teodosio el Grande prohibió el culto pagano) y el 426 (en que
Teodosio II ordenó la demolición de los monumentos de Olimpia).
El
Mausoleo (sepulcro del rey Mausolo) de Halicarnaso (ciudad turca
llamada actualmente Bodrum) fue construido hacia el 353 a. C. por los
arquitectos Sátiros y Piteos quienes construyeron una estructura
rectangular de 30 por 40 m, sobre ella 117 columnas jónicas en dos
hileras sosteniendo el techo en forma de pirámide escalonada, y
sobre este último la estatua de una cuadriga con las esfinges del
rey y la reina, alcanzando en conjunto unos 50 m de altura. Para
completar esta maravilla, los mejores escultores griegos de la época
tallaron figuras y relieves en su estructura. Aunque aguantó
múltiples invasiones una serie de terremotos hizo que hacia 1404
quedase reducido a ruinas.
El
Coloso de Rodas (isla griega) fue construido entre 294 a. C. y
282 a. C. en la entrada del puerto a la ciudad. Medía 32 metros,
pesaba 70 toneladas, tenía un armazón de hierro y estaba forrada
con placas de bronce. Fue derribado por un terremoto en el año 223
a. C., por lo que fue la más efímera de las maravillas.
El
Faro de Alejandría (ciudad egipcia de la isla de Pharos) fue
construido entre 285 a. C. y 247 a. C. para guiar a los navíos que
se dirigían al puerto de la ciudad. La torre medía más de 117
metros. En su cima está equipada con espejos metálicos para señalar
su posición reflejando la luz del sol y por las noches se encendía
una hoguera para este mismo propósito. El Faro perduró hasta que
los terremotos de 1303 y 1323 lo redujeron a escombros; en el año
1480, sus restos fueron reutilizados en la construcción de una
fortaleza
No
hay que descartar otras maravillas arquitectónicas que los antiguos
griegos descartaron por estar fuera del mundo griego o por el
desconocimiento de su existencia. Estas son el pórtico de Isthar,
la muralla de Babilonia y el zigurat de babilonia (o
torre de Babel), todas en la ciudad de Babilonia que quizás hubiera
que considerar a la ciudad en si como una maravilla de modo que las
maravillas seguirían siendo 7 al sustituir los jardines colgantes
por toda la ciudad. Otra ciudad maravillosa fue Ur la cual fue
la primera capital del mundo civilizado (homóloga a la Roma antigua
o a la actual Nueva York) durante más de 1200 años, hasta que la
gran inundación de Mesopotamia (llegada hasta nosotros como el
diluvio universal) la hizo decaer. Tampoco podemos olvidar que en la
lista se están incluyendo maravillas únicamente de la cuenca
mediterránea que aunque fue la cuna de la civilización no fue la
única zona civilizada de la antigüedad por lo que estamos olvidando
las maravillas del lejano oriente y del África al sur del Sáhara.
En
la actualidad se ha vuelto ha hacer una lista de maravillas del mundo
moderno imitando a los griegos y estas han sido las siete maravillas
incluidas en la lista:
Chichén
Itzá uno de los vestigio de la cultura Maya en México.
El
Coliseo de Roma originalmente
llamado Anfiteatro Flavio.
El
Cristo Redentor en el Cerro del Corcovado en Río de Janeiro.
La
Gran Muralla China con 7.300 km de este a oeste.
El
Machu Picchu santuario religioso Inca en Perú.
Petra,
la capital del antiguo reino nabateo.
El
Taj Mahal construido por orden del emperador Jahan en Agra.
Las
maravillas que han quedado en finalistas han sido la Acrópolis de
Atenas (Grecia), la Alhambra de granada (España), Angkor Wat en siem
Reap (Camboya), el castillo de Neuschwanstein en Baviera (Alemania),
La estatuo de la libertad de Nueva York (Estados unidos),
Kiyomizu-dera en Kioto (Japón), los Moáis de la isla de pascua
(Chile), la ópera de Sidney (Australia), la catedral de San Basilio
o Kremlin en Moscú (Rusia), Santa Sofía en Estambul (Turquía),
Stonehenge en Amesbury (Reino Unido), Tombuctú (Malí) y la Torre
Eiffel en París (Francia).