Hoy
en día la televisión, el cine, la radio, la prensa y las revistas
tienen una enorme influencia en la sociedad por lo que los medios
tienen el poder de seleccionar que puede conocer la sociedad y por
ende, como debe pensar. A mitad de los años setenta, el escritor
norteamericano Herbert Schiller escribía “The Mind Managers”,
una obra que se adelantaba a su tiempo al analizar los mecanismos
utilizados por los medios de comunicación para manipular a la
opinión pública.
Actualmente
entre los imperios mediáticos (AOL/Time Warner Inc., Gannett
Company, Inc., General Electric, News Corporation, The McClatchy
Company, The New York Times Company, The Washington Post Company,
Viacom y las cadenas CBS y UPN, Vivendi Universal (la dueña de
Universal Studios), Walt Disney Company, etc.) y las agencias de
comunicación controlan el 85 % de las noticias que se crean y su
distribución. Algunos grupos políticos son inversores de dichos
imperios y agencias.
Esta
manipulación puede ser involuntaria, debida a la subjetividad de los
individuos, e intencionada, debida a la acción premeditada de los
que controlan la comunicación. Hay que tener en cuenta que los
periodistas no trabajan para la sociedad sino para la empresa y esta
le exige una ideología concreta. Aunque la ideología última que
siguen las empresas no es ni de izquierdas ni de derechas sino una
ideología puramente capitalista. Las formas más comunes de
manipulación que utilizan los medios son la omisión de información,
la exaltación de una información que eclipse otra más importante,
es el uso de un doble lenguaje que enmascara o suaviza el significado
de las palabras, como “daños colaterales”, “fuerzas de paz”,
“operación quirúrgica”, “aliados”, etc.