Prometeo
encadenado es una escultura de Adam el Joven fechada en 1762. Actualmente se
encuentra en el museo del Louvre.
Según la
mitología griega el titan Prometeo, hijo de Japeto, creó al hombre a partir de
barro y un rayo de sol. Zeus, el rey de los Dioses, se enemistó con él porque
le quitó la exclusividad de la creación. Más tarde Prometeo le dio a la
humanidad el fuego por lo que ya no dependían del rayo de Zeus. Este colmó su
paciencia y decidió vengarse. Ordenó a Hefeso, dios del fuego, que forjase una
mujer (Pandora) bendecida por los dioses con múltiples virtudes. A esta se le
ordenó que sedujera a Prometeo y le entregara un regalo de bodas pero él se
negó a casarse con ella. Fue Epimeteo, el hermano de este, el que se casó con
ella. Pandora abrió la caja del regalo y aunque la cerró rápidamente de ella
emergieron los males que afligen a la humanidad. Entonces Zeus ordenó a Hefesto
que capturase al rebelde y lo encadenara en la cima del Cáucaso donde un buitre
le comería el hígado toda la eternidad, ya que se regeneraba (siendo esta la
escena que se muestra en la escultura). Finalmente Heracles mató al buitre y
liberó a Prometeo.
Este mito
intenta explicar como el desarrollo de la humanidad y progreso técnico y
cultural de esta conllevan también ciertos males. Como por ejemplo, el cambio
climático o la guerra nuclear.
Prometeo
encadenado es una escultura que me gusta mucho por hacer referencia a este mito
y la lograda sensación de movimiento. Parece que Prometeo está forcejeando y
hay un efecto de viento que se hace patente en la túnica, el pelo y las llamas
de la antorcha.