En
principio la humanidad estaba comprendida por grupos familiares o
tribus de cazadores y recolectores. Con el descubrimiento de la
agricultura se produjo la revolución neolítica donde la
humanidad pasa de nómada a sedentaria ya que tiene que atender a los
cultivos allí donde estos estén. Esto hace que se construyan
granjas que se organizan al rededor de una ciudad que protege a las
granjas de saqueos de los aún nómadas y administra la producción
de dichas granjas. Además, con la alta eficiencia en producción de
alimentos de la agricultura y ganadería muchos individuos se
pudieron dedicar a otros oficios y al comercio de los productos y
servicios generados en dichos oficios, todo organizado por la ciudad
que era un estado independiente en si misma. La necesidad de
organizar la ciudad dio lugar por primera vez a una clase social alta
y rica que regía la ciudad estado. Una de las necesidades de esta
sociedad era la de llevar unos registros, por lo que se inventó la
escritura inaugurándose la Historia con la Edad Antigua.
El
modo de producción oriental (entiéndase de Mesopotamia y
Egipto, donde se originaron las primeras civilizaciones) era un
despotismo hidráulico, es decir, que el poder residía en el control
del agua de regadío, o lo que es lo mismo en las clases sociales
altas que regían la ciudad estado.
Con
la unión de las ciudades estado de la antigua Grecia en un estado
nación que tenía que defender constantemente sus amplias fronteras
(en comparación de las de las ciudades estado) y conquistar nuevos
territorios, se empezó a utilizar a los individuos conquistados como
esclavos empezando un modo de producción esclavista que se
mantuvo hasta el Imperio Romano en el cual hasta el 90% de la
población era esclava.
Con
la crisis del siglo III donde las fronteras del Imperio
Romanos ya no podían suministrar esclavos suficientes para
satisfacer el gran imperio, este entró en una decadencia
socio-económica que desembocó en la caída del imperio que inauguró
la Edad Media.
Los
pueblos bárbaros se aprovecharon del declive y se repartieron las
tierras del antiguo imperio heredando los nuevos reinos el modo de
producción feudal que había empezado a formarse en el Imperio
en sus últimos años. El poder residía más en los nobles que
administraban y gobernaban de forma casi independiente sus pequeños
feudos más que en el rey.
Con
la época de los grandes descubrimientos (América, la imprenta,
etc.) se inauguró la Edad Moderna y se empezó a gestar una nueva
clase social, la burguesía, que poseía poder económico pero no los
privilegios de los nobles feudales ni eran siervos de estos sino que
habían hecho se fortuna como comerciantes. Las ansias de poder
político de la burguesía incitó la revolución francesa,
que inauguró la edad contemporánea, que desembocó en el
establecimiento de un modo de producción capitalista, donde
el poder político reside en la posesión de dinero, y que fue muy
beneficioso en la época del colonialismo.
Con
las crisis en la economía capitalista que se vienen sucediendo desde
el siglo pasado y los intentos fallidos de incorporar de forma
eficiente modos de producción comunistas, creo que el fin de nuestra
era contemporánea está al llegar. Nosotros quizás no suframos la
revolución, ni nuestros hijos pero seguro que esta no se tardará
más allá de nuestros nietos y el nuevo sistema de producción que
disfrutarán nuestros descendientes no lo conoce nadie aún, pero es
ya en nuestra época donde tiene que irse fraguando.
Por
extrapolación de los cambios sociales que se han dado a lo largo de
la historia y la tendencia a la globalización me indican que quizás
la futura revolución desemboque en la unión de naciones en
Macronaciones como la Unión Europea que actualmente se está
viendo amenazada por las crisis del sistema capitalista del que tarde
o temprano tendrá que desprenderse para sobrevivir ya que la marcha
atrás en la construcción de una macronación es una opción aún
más crítica. Puesto que los bancos aparecieron con el sistema
capitalista estos deben de ser reformados o incluso sustituidos por
otro elemento tras la revolución. La clase social que inducirá la
revolución será seguramente la clase obrera pero que al ser una
clase sin demasiado poder político a priori necesitará del
apoyo de alguna otra clase poderosa a la que le perjudique el
capitalismo, como pueden ser los funcionarios del gobierno.