En
la edad media los heraldos anunciaban en las justas la identidad de
los nobles caballeros mediante su heráldica, es decir, describiendo
su blasón o emblema dibujado en sus armas, principalmente en el
escudo. Actualmente el titular del blasón puede ser un individuo,
una familia, una colectividad o una institución, ya que legalmente
tienen el mismo uso que un nombre propio.
Los
blasones se transfieren de forma hereditaria (como el caso del blasón
del apellido) aunque también pueden ser adquiridos o conferidos. Los
blasones pueden modificarse a partir de los ya existentes como por
el ejemplo a través de una alianza en la que los blasones de los
aliados se reúnen para formar uno solo, de una herencia en el que se
impone a veces al heredero una modificación (o brisura) del blasón
inicial, de una distinción honorífica acordada donde se transfieren
símbolos de un blasón a otro, etc.
Los
blasones pueden crearse de novo siguiendo ciertas normas como
su lectura fácil, es decir, regular, completo y breve, también debe
ser único, respecto a los colores no se puede poner uno de tipo
metal sobre otro metal ni uno de tipo esmalte sobre otro esmalte, los
muebles que aparezcan varias veces deben ser idénticos en tamaño,
forma y color, salvo que estén en sobre un campo dividido en dos
zonas de manera que pueden ser del color del campo sobre el cual no
están ubicados. Estas reglas se rompen en múltiples ocasiones
sobretodo a causa de la modificación de los blasones anteriormente
descrita.
La
forma del escudo suelen estar relacionadas con la región de
creación del escudo.
Los
escudos se dividen en 9 zonas o puntos: el 1 (diestra del
jefe), el 2 (jefe), el 3 (siniestra del jefe), el 4 (flanco diestro),
el 5 (centro, corazón o abismo), el 6 (flanco siniestro), el 7
(diestra de la punta), el 8 (punta o pie) y el 9 (siniestra de la
punta). Además a la zona correspondientes a la mitad inferior del 2
con la superior del 5 se le denomina punto de honor y a la zona
correspondiente a la mitad inferior de 5 con la superior de 8 se le
denomina ombligo.
El
escudo puede dividirse o partirse en dos: partido (simétrico de
arriba a abajo), cortado (simétrico en horizontal), jefe (dividido
en los puntos 1, 2, 3 y el resto), campaña (dividido en los puntos
7, 8, 9 y el resto), tronchado (de derecha a izquierda y
descendiendo), tajado (de izquierda a derecha y descendiendo), etc.
El escudo también puede ser partido en tres divisiones como en los
escudos en faja, en palo, en banda, en barra, cortado medio partido
(escudo cortado y con la división inferior partida a su vez), etc. Y
también puede estar dividido en 4 ó más partes como en los escudos
cuartelado (escudo partido y cortado), contracuartelado (cuartelado
de una de las divisiones de un escudo cuartelado a su vez),
cuartelado en souter (escudo troncado y tajado), equipolado (dividido
en palo y faja), etc.
Los
colores del blasón se pueden dividir en los metales, oro,
sol, topacio o amarillo (significa constancia, luz, magnanimidad,
nobleza, poder, riqueza y sabiduría) y plata, argén, luna,
perla o blanco (significa elocuencia, firmeza, integridad,
obediencia, pureza, vencimiento y vigilancia); en los esmaltes
principales, gules o rojo encendido; bélico, bermellón o
escarlata (significa alteza, ardid, fortaleza, osadía y victoria);
azur, celeste, turquí, zafiro o azul (significa alabanza,
caridad, celo, dulzura, hermosura, justicia, lealtad, nobleza,
perseverancia, recreación, verdad y vigilancia) y sinople o
verde (significa abundancia, amistad, cortesía, honra, posesión,
respeto y servicio); en los esmaltes neutros, sable, tierra o
negro (significa aflicción, ciencia, constancia, dolor, duelo,
firmeza, gravedad, honestidad, mesura, muerte, obediencia, prudencia,
rigor, sabiduría, secreto, silencio, simplicidad, tristeza, y
ventaja) y balaje o púrpura; y los esmaltes menos frecuentes,
sanguíneo o rojo obscuro; morado;
aurora o anaranjado; carnación, rosa pálido o carne;
acero, cenizo o gris y leonado, tanado o cuero
castaño. Además se puede usar la voz “al natural” con la que se
entiende como el color natural de objeto, como por ejemplo, un árbol
al natural sería lo mismo que un árbol de sinople. También los
forros (composiciones bicromáticas de un esmalte y un metal) armiño
y vero.
Los
muebles o figuras son los objetos naturales (animales, vegetales y
humanos), artificiales o ficticios que se incluyen en los escudos.
De
entre el bestiario encontramos el águila (significa
generosidad, magnanimidad y bizarría de espíritu), el águila
bicéfala, explayada o imperial (sus cabezas simbolizan oriente y
occidente), el cisne (simboliza al antiguo hidalgo sin mancha,
que acomete con valor gloriosas empresa), el cordero
(simboliza a los reyes y a los caudillos que han de sacrificarse al
bien y cuidado de sus súbditos), el cuervo (significa
espíritu audaz y animoso para arriesgarse en defender a sus
bienhechores), el elefante (representa majestad, dulzura,
opulencia y fortaleza), el gallo (significa vigilancia y
tenacidad en la pelea), la garza (simboliza la prudencia en
prevenir peligros), el gato (simboliza al esforzado
caballero, que despechado por ver que en alguna acción le va su
honor, la acomete aún siendo superior a sus esfuerzos), el jabalí
(representa el arrojo y la intrepidez), el perro (significa
fiel vasallo), el lebreles (denota ardor y coraje en los
peligros), el león (significa espíritu guerrero, con las
cualidades de vigilancia, dominio, soberanía, majestad y bravura),
el leopardo (representan valor y esfuerzo de los caballeros
que han ejecutado alguna atrevida empresa, valiéndose más de la
astucia que de la fuerza), el lobo (simboliza corazón
constante que sufre calamidades en la guerra y en el asedio con
espíritu generoso; llegado el momento pelea ferozmente en el combate
sin cuartel), el oso (significa fortaleza en manejar las armas
contra los enemigos, logrando victorias de ellos), paloma
(significa fidelidad y el amor), el tigre (simboliza ánimo
veloz para vengar los agravios), el toro (pecho generoso, en
quien los recuerdos de su linaje, representados en el rojo de su
sangre, inflaman su deseo de grandes empresas) y el zorro
(significa prudencia y advertido ministro).
Las
bestias pueden estar en posición pasante (en actitud de
andar), arrestado (parado, apoyando todas sus patas en el
suelo), acostado, rampante (erguido sobre las patas
traseras, apoyando solo una de ellas, con las manos levantadas, la
diestra alta y la siniestra más baja), alzado (erguido sobre
las patas traseras, apoyando ambas y con ambas manos levantadas
altas), sentado (sentado sobre sus cuartos traseros y con las
manos apoyadas en el suelo), sentado erecto (sentado sobre sus
cuartos traseros y con las manos levantadas, la diestra alta y la
siniestra más baja) y durmiente. Si no se indica nada
respecto a su cabeza es por que están de perfil, aunque también
pueden estar contornados (mirando hacia atrás mostrando el perfil
contrario al del cuerpo) o guardantes (mirando hacia el obserbador).
La cola puede ser simple, doble, hosquillada (con 2 ramificaciones),
anudada (con un nudo de lasca doble) y cobarde (con el rabo entre las
piernas).
De
entre los vegetales encontramos el ciprés (significa
pensamientos elevados), la encina (significa ánimo fuerte y
constante), el enebro (significa corazón incorruptible), la
flor de lis (significa honor, realeza, ánimo generosos,
etc.), el laurel (significa victoria imperecedera), el lirio
(simboliza un trofeo por las heridas recibidas), la morera
(simboliza prudencia y sabiduría), el olivo (simboliza ánimo
inmutable y paz), la palmera (simboliza victorias y triunfos),
el pino (simboliza pensamientos nobles y corazón fogoso) y la
rosa (significa constancia y arrojo).
De
entre las figuras humanas encontramos el corazón (simboliza
vasallaje vigilante, ardor de ánimo y cariño, salvo cuando está
atravesado por una flecha que significa amor), ojo (significa
ingenio y capacidad, salvo cuando aparecen dos que significan
vigilancia y cuidado), brazo (significa fortaleza), mano
(la palma significa generosidad, el puño fortaleza y si están
entrelazadas amistad), pierna (simboliza la pérdida de un
miembro en la defensa de la patria), y cabeza (que simboliza
un trofeo).
De entre las figuras artificiales encontramos el aire
simbolizado con un rostro humano soplando (el viento apacible se
simboliza con ráfagas de plata y significa mansedumbre, blandura o
benevolencia, mientras el viento huracanado se simboliza con ráfagas
gules y significa ira o enojo), alfanje (sable corto de hoja
curva), agua se simboliza con ondas de azur con plata o sable
(significa sabiduría ilustrada, ánimo virtuoso, o extensión de
dominio), áncora o ancla, barco o nao, barril,
cadena, campana, cascabel, espada,
espuela, estrella, fasces (hacha con mango
rodeado de un haz leñoso), fuego (significa magnanimidad,
ardor y prontitud en los cometidos intelectuales), hacha,
herradura, luna, pica, punta de flecha,
roel (círculo), tierra (significa firmeza, estabilidad y
constancia de resoluciones), timón, torre y venera
o concha.
De entre las figuras ficticias o quiméricas encontramos la arpía,
basilisco, dragón, esfinge, fénix,
grifo, hidra, pegaso, sirena y unicornio.
Un
ejemplo de blasón puede ser el de mis apellidos “Bermúdez Luque”.
Un escudo de forma española partido, en el campo izquierdo por
“Bermúdez” un ajedrezado de plata y gules, y en el campo derecho
por “Luque” en azur con un león de oro rampante sujetando una
estrella en el mismo metal. Yo he modificado el blasón colocando la
estrella en el abismo y añadiendo un oso rampante siniestrado de
sable sobre el ajedrezado, sujetando también la misma estrella. El
oso lo he añadido porque “Bermúdez” seguramente signifique hijo
del oso protector, de manera que el blasón queda muy simétrico con
el oso a izquierda, el león a derecha y la estrella centrada.