La era de los pelicosaurios

Antes de que los dinosaurios apareciesen y heredaran la Tierra, existían un grupo de animales medio reptiles y medio mamíferos llamados pelicosaurios que poseían la hegemonía de la Tierra.

Algunos parecían lagartos (familia Ophiacodontidae), varanos (familia Varanopidae) o iguanas (familia Sphenacodontidae), y algunos de estos últimos poseían una vela dorsal para calentarse. Algunas especies tenían más de 3 metros de altura y 6 de largo. Quizás la especie más famosa de pelicosaurio es el Dimetrodon.

De arriba a bajo: un representante de la familia Caseidae, otro de
Sphenacodontidae, otro de Varanopidae, y un Dimetrodon.

Los pelicosaurios perdieron su estatus en los ecosistemas, a favor de los dinosaurios, tras la mayor extinción masiva que ha sufrido la Tierra, la extinción del Pérmico-Triásico. Esta extinción se debió al impacto del meteorito de Bedout junto con las erupciones masivas siberianas que envenenaron el aire y el mar, y enfriaron el clima. Los tecodontos, ancestros de los dinosaurios, al ser de sangre fría necesitan comer y respirar menos que los pelicosaurios que son de sangre caliente; esto les ayudó a conquistar los ecosistemas.

Al igual que las aves derivan evolutivamente de los dinosaurios, los mamíferos venimos de los terápsidos, derivados a su vez de los pelicosaurios, que ya tenían pelo y una dentición semejante a la de los mamíferos. Los terápsidos consiguieron subsistir durante gran parte de la era de los dinosaurios.


Terápsido


Cuando otra extinción masiva acabó con los dinosaurios, la del Cretácico-Paleogeno, el clima se enfrió y ser de sangre caliente era una ventaja por lo que los mamíferos heredamos la Tierra.