La
crisis económica actual se debe a que el modelo monetario que
utilizamos hoy en día no permite una economía estable. Desde el
descubrimiento de América y a causa de la necesidad de crédito de
las grandes expediciones y colonizaciones se fue dando forma a un
sistema monetario donde el dinero ya no era el oro sino que pasó a
ser papel moneda que representaba el oro de las arcas y que en 1694
en Inglaterra pasó a representar el derecho a reclamar deuda
permitiendo al Banco de Inglaterra crear y manejar el doble del
dinero del que poseía en sus arcar. Un billete de 5 euros te da
derecho a reclamar el valor de 5 euros de la deuda del conjunto de
particulares que han pedido algún préstamo o hipoteca. Son los
bancos los que crean deuda a través de sus préstamos por lo que son
los que fabrican dinero, no billetes y monedas físicas pero sí
dinero virtual en números de cuenta bancaria. Actualmente la
cantidad de dinero que debe poseer un banco en sus arcar en
proporción al dinero creado por este varía según las leyes del
país siendo incluso ninguno, pero de media es menos del 5%. Vamos a
analizar las consecuencias de este sistema monetario.
En
primer lugar no existe de forma física todo el dinero que hay en un
banco. Si todo el mundo quisiese sacar su dinero a la vez, el banco
no podría suministrar el dinero físico suficiente porque no
dispondría ni del 5% de este ya que más del 95% del dinero son solo
dígitos en números de cuenta.
En
segundo lugar está en que si la gente paga sus deudas con el banco
el dinero creado por las deudas desaparece. Este no es un problema si
hay un equilibrio entre el número de préstamos nuevos y
devoluciones de préstamos antiguos.
En
tercer lugar está el problema del interés. El dinero que circula
por la sociedad es el principal de un préstamo creado por los bancos
pero a estos hay que pagarles además el interés y ese dinero no ha
sido creado, por lo que hay que pedir más préstamos para pagar el
interés de los préstamos antiguos creando así más necesidad de
dinero para pagar más intereses. Por lo que la deuda general es cada
vez más grande por lo cual puede llegar el momento en que no se
podría pagar al banco por lo que se rompería el equilibrio entre
préstamos y devoluciones, y el dinero creado por los préstamos
desaparecería.
En
cuarto lugar está que para mantener el equilibrio entre préstamos y
devoluciones la economía tiene que crecer cada año de forma
sostenida para poder pagar los préstamos así que se tienen que
gastar cada vez más recursos naturales (y por lo tanto generar
basura) acabando con el medio ambiente no por las necesidades de la
sociedad sino del sistema bancario. Por lo tanto a la sociedad se le
generan las necesidades creando bienes que se rompen fácilmente
(obsolescencia programada) o creando modas y bienes nuevos que
estimulen la necesidad psicológica del consumo.
En
quinto lugar está la pérdida de soberanía del pueblo ya que los
gobiernos están también endeudados con los bancos que les perdonan
deudas si se construyen un tipo u otro de leyes o si el gobierno
invierte su dinero en un tipo u otro de asuntos. Muchos políticos
acaban metidos en la banca y muchos banqueros en política haciendo
que el poder no esté en el pueblo sino en los intereses bancarios y
por lo tanto pasando de una democracia a una plutocracia.
Por
todas estas razones es evidente que necesitamos un cambio de sistema
monetario y bancario, y no unos ajustes del sistema actual como están
haciendo los gobiernos que como ya se ha dicho anteriormente son
completamente dependientes del sistema. Algunos economistas dicen que
volvamos al patrón oro pero otros (que me parecen más sensatos) se
centran en cambiar el dinero deuda por dinero valor, es decir, dinero
que represente el valor de los bienes creados con dicho dinero. A la
banca se le quitaría el poder de fabricar dinero dándoselo a los
gobiernos que inyectarían a la sociedad de dinero gastándolo en
obras y servicios públicos, y equilibrando la cantidad de dinero en
circulación mediante impuestos. Esto haría que ningún gobierno
tuviera jamás ninguna deuda, que se utilizaran solamente los
recursos naturales necesarios de forma sostenible, que los pobres
fueran menos pobres y los ricos menos ricos. Los préstamos los haría
el gobierno a través de una nueva banca subvencionada por él que no
emitiría interés alguno. Esto es un cambio social muy necesario
pero también demasiado grande como para que sea fácil implantarlo.
Sin embargo, no tenemos alternativa. Si no lo hacemos ahora por las
buenas el sistema actual colapsará y tendremos que hacerlo entonces
por las malas.
Otro
problema del sistema monetario que habría que corregir, a parte de
su valor como deuda, es que hay gente que saca dinero del circuito
económico atesorándolo, sobretodo cuando hay poca confianza en la
economía, agudizando así el problema. La solución es el uso de
dinero oxidable, es decir, dinero que pierda su valor con el tiempo
como hacen la mayoría de los bienes de consumo. Este tipo de dinero
se ha llevado a la práctica entre la primavera y el verano de 1932
en la localidad de Wörgl (Austria) de forma satisfactoria, haciendo
bajar el paro un 14% mientras aumenta en el país un 19%, pero el
experimento fue frenado por los bancos centrales que perdían poder
con el uso de este dinero. En Wörgl a una moneda nueva y paralela a
la nacional llamada “billete de aseguramiento del empleo” o
billete AB (por sus siglas en alemán) al dinero se le ponían sellos
cada mes que le restaban a su valor un 1%. La gente empezó a gastar
rápidamente el dinero para evitar que perdiera su valor por lo que
la economía local se avivó considerablemente. Cuando el éxito del
experimento hizo que otras localidades se plantearan ponerlo en
práctica el Banco Central lo prohibió.
En
la edad media hubo algunos lugares de Europa y épocas donde el
dinero se fabricaba de un material muy frágil por lo que tuvo el
mismo efecto que el dinero oxidable creando una sociedad de bienestar
pero se volvió al dinero en moneda perdurable (porque no se sabía
que la causa del bienestar era la moneda oxidable) y se volvió a la
normalidad medieval.
Creo
que se podría crear un euro oxidable indicando en los billetes el
valor que van a tener estos en cada fecha hasta llegar a un valor
final sin necesidad de ponerles sellos. Por ejemplo los billetes
podrían perder un porcentaje de su valor inicial cada mes hasta los
meses necesarios como para que su valor sea el 90% del inicial y
quedarse con ese valor hasta su retirada de la circulación.
Las
monedas tendrían una pérdida de valor de un 5 % tras cierto tiempo
y se mantendría constante a partir de entonces. El uso de las
monedas se prohibiría en transacciones superiores a por ejemplo 500€
para fomentar que se cambiasen antes por billetes en el banco.